Cascada de la Rejía - Charco de la Virgen

Tolox, Sierra de las Nieves

 

Hoy hemos decidido volver a la maravillosa Sierra de las Nieves, en esta ocasión para descubrir unos saltos de agua o cascadas en el pueblo de Tolox.

 

Situado en pleno corazón de la Sierra de las Nieves, el pueblo de Tolox, aunque con vestigios de asentamientos fenicios y romanos, tiene su origen en época nazarí cuando vemos los primeros indicios de la población denominada “Tulus” en unas crónicas del reino nazarí de Granada.

Aunque las primeras noticias de su historia las tenemos en el año 883, cuando su castillo es ocupado por Omar Ibn Hafsun, quien lo fortaleció y fortificó para hacerlo uno de los principales territorios que controlaba y lideraba (desde su cabecera en Bobastro) en la resistencia contra el poder Omeya de Córdoba.

En el 921 Abderraman III vence en esta población al hijo de Ibn Hafsun, destruye implacablemente la iglesia y la alcazaba y ordena construir una mezquita.

Tras la reconquista de los Reyes Católicos, se permitió a los musulmanes que siguieran residiendo en el lugar manteniendo su religión, lengua, cultura y costumbres. Beneficio éste que irían perdiendo poco a poco con el paso de los años, hasta la sublevación de los moriscos de 1.568, cuando éstos huyeron de Tolox para unirse a los alzados de Istán, y fueron vencidos y exiliados. Tolox quedó entonces despoblado hasta 1.571 cuando se repuebla con cristianos de Galicia, Sevilla y Córdoba.

 

              A pesar de que existe una ruta circular denominada Ruta de las Cascadas, de algo más de 10km. de distancia en la que se pueden ir viendo varios salto de agua, nosotros hemos decidido por falta de tiempo, hacer una ruta lineal que nos llevará hasta el Charco de la Virgen y nuestro destino final: la Cascada de la Rejía.



              Nuestra ruta de hoy entonces va a consistir en remontar el río de Los Caballos desde el Balneario de Fuente Amargosa, recorriendo el anfiteatro natural que forma la Sierra Parda alrededor del valle del río.

 

Para dirigirnos al inicio de nuestra ruta vamos a atravesar con el coche el pueblo de Tolox en dirección al Balneario. No hay dificultad en seguir el camino, ya que vemos señales desde que entramos en el pueblo que nos indican por donde continuar. Justo al lado del Balneario hay un gran escampado de tierra que sirve de aparcamiento (aunque puede que en algún momento lo encontremos cerrado). Si no nos es posible aparcar aquí, podemos volver al pueblo, donde hemos dejado atrás una señal de Aparcamiento justo al pasar el río. Si dejamos el coche aquí disfrutaremos de un agradable paseo arbolado hasta el Balneario.

 

              Ya en el Balneario vamos a ver varios carteles señalando las diferentes rutas que surgen desde aquí. Una de ellas es la SL-A 239 Charco de la Virgen, que es la ruta que iniciaremos hoy, aunque como ya hemos dicho ampliaremos hasta llegar a la Cascada de la Rejía, nuestro destino final del día.


  

              Parémonos un momento antes de empezar a andar, ante el hermoso edificio de tejas verdes del Balneario de Fuente Amargosa, emblema del pueblo de Tolox desde su construcción.

Manantiales y fuentes de aguas sulfurosas eran conocidos por los vecinos de la zona desde siempre, quiénes las denominaban “amargosas” y ya las utilizaban para curar afecciones.

Pero fue en 1.869 cuando fue inaugurado el Balneario primitivo, tras los trabajos de un vecino farmacéutico para la captación del agua mineral y catalogación de las mismas.

Este Balneario fue destruido por una fuerte riada, y en el mismo lugar se levantó el Balneario que ahora tenemos ante nosotros en 1.910.

Las aguas de Fuente Amargosa son utilizadas para tratar afecciones respiratorias, urinarias y de la piel.


               Y ahora ya si, empezamos nuestro camino, y para ello bajamos las escaleras del Balneario y lo rodeamos para llegar al Río de Los Caballos.

En esta parte inicial nos vamos a mantener caminando muy cerquita del río. A lo largo del recorrido tendremos que cruzarlo hasta en 6 ocasiones (sólo en la ida). Para ello hay grandes piedras que utilizamos en forma de puente, con lo que conseguimos no mojarnos los pies. Claro, que esto puede variar dependiendo del momento en el que hagamos la ruta y el agua que lleve el río en ese momento.

En algunas descripciones de la ruta, habíamos encontrado indicaciones de que en algunos puntos hubo hasta 2 puentes de madera para cruzar el río, pero a día de hoy, no había ni rastro de dichos puentes.


               La rivera del río de Los Caballos nos ofrece una frondosa vegetación donde helechos y adelfas llegan a alcanzar un tamaño exorbitado, tanto que en una zona determinada estuvimos dudando durante un rato si lo que teníamos ante nosotros era una adelfa o no, porque las dimensiones eran las de un árbol, en lugar de un arbusto.

Esta vegetación, junto con los grandes eucaliptos, nos ofrece un microclima muy agradable, fresco y en umbría, que más adelante echaremos de menos.

 

              Seguimos avanzando y empezamos a separarnos por el momento del río, ya que comenzamos a elevarnos por un sendero que se vuelve bastante pedregoso. Y es que ascendemos por una ladera donde son muy apreciables los desprendimientos de roca sobre el camino. Rocas enormes de peridotita nos rodean, afloran en el suelo e invaden la vereda.

Este tipo de roca, de color rojizo, es de origen magmática, rica en metales pesados,  procedente del manto terrestre y muy rara en la superficie. Las peridotitas tienen en la provincia de Málaga su segundo mayor afloramiento a nivel mundial. Las 40.000 hectáreas contiguas en la provincia son una singularidad geológica exclusiva del poniente malagueño, que ha favorecido, entre otros motivos, la declaración del Parque Natural Sierra de las Nieves como Parque Nacional.


 Y desde aquí vamos a hacer un paréntesis para poner la atención (y la queja) en la exclusión de Sierra Bermeja de la zona protegida como Parque Nacional, ya que este afloramiento de roca peridotita tan excepcional en el mundo se extiende hasta esa Sierra de Estepona, dónde se encuentra la mayor superficie de dicha roca y dónde además han conseguido sobrevivir los Pinsapos en ese inhóspito terreno.

 

              En esta zona del camino no llegamos a perder de vista del todo el río de Los Caballos. Siempre vamos a seguir remontando su curso, pero ahora lo vemos desde la altura de su margen izquierdo.

 

              Tras pasar esta zona rocosa empezamos a ver campos de cultivos  y un cruce en el que las señales nos indican continuar a la derecha. Desde aquí avanzaremos por un sendero de tierra entre bancales, los más cercanos al río cultivados y los de nuestra izquierda en desuso y  ocupados por palmitos, jaras, margaritas, amapolas, que le dan un aspecto de prado verde encantador. 


Esta zona de cultivos en bancales regados por acequias de origen nazarí son la herencia de la cantidad de años en los que los moriscos habitaron el pueblo de Tolox, y aplicaron sus conocimientos para aprovechar las tierras de sus valles montañosos para la agricultura.

 

              El sonido de los pájaros viene acompañándonos durante todo el trayecto y junto con el rumor del agua forman la banda sonora de nuestro camino. Pero justo en esta zona tan bucólica, y más fácil de caminar, nos encontramos a una “amiguita” no muy deseada, y es que de pronto y sin saber cómo una serpiente se mueve entre mis pies al dar un paso (Antonio me dice que es porque yo le he dado a ella). Al gritarme yo me quedo petrificada sin saber qué pasa realmente hasta que veo reptar de debajo de mí algo que se dirige a esconderse entre las jaras. Por estas cosas, es importante ir bien equipados al salir a hacer senderismo. Siempre botas, calcetines altos y si es posible pantalón largo. Así evitaremos sustos.

 

              Tras este encuentro con la fauna de la zona, bajamos un desnivel que nos devuelve al cauce del río, para cruzarlo de nuevo y continuar el resto de la ruta por el margen derecho. Unos metros más adelante vemos un nuevo cruce de caminos, en primer momento vamos a coger el sendero de la derecha que nos indica que el Charco de la Virgen ya se encuentra a 400 metros. Así que allá vamos, a por nuestro primer salto de agua del día.

         

     Desde este cruce, vamos a caminar prácticamente por el lecho del río, remontándolo esquivando el agua y los arbustos e higueras que embovedan el cauce, y cruzando de un lado a otro sobre las piedras que nos dan soporte. La verdad es que los 400 metros nos parece que no terminan nunca y eso que en todo momento escuchamos la caída de agua…..hasta que de pronto, al levantar la cabeza, ahí está la cascada! Un salto de agua de 18 metros de altura que se precipita encajonada entre paredes de peridotitas, y que al acercarnos aún más vemos que forma el Charco de la Virgen. Una poza de aguas cristalinas y bien fresquitas, que invitan al senderista a darse un chapuzón (aunque no es nuestro caso en esta ocasión).


La imagen de este lugar, es la de una cascada en un lugar paradisíaco, encajonado entre montañas, con las paredes de roca tapizados de vegetación, y el único sonido el del agua al caer… Si vais a parar a comer, este es un buen lugar. Y, por supuesto, os invitamos a daros un baño, si la época en la que realizáis la ruta os lo permite.



 

Después de hacer infinitas fotos, tenemos que volver de nuevo por el lecho del río tal y como llegamos aquí, para volver a situarnos en el cruce de caminos. Y ahora seguir nuestro camino por el sendero que nos indica nuestra meta final de hoy: la Cascada de la Rejía, que se encuentra a  1,3 km de aquí.

Llegados a este punto, tenemos que confesar que nosotros hemos realizado esta ruta por la tarde (ya que las lluvias del fin de semana anterior nos impidieron salir y teníamos ansia de ruta), por lo que nos vemos condicionados por las horas de luz. Al comenzar a andar nos habíamos marcado las 19.00h. como el momento de retorno, fuera cual fuera el punto de la ruta en el que nos encontráramos. Y en este momento nos dimos cuenta de que andábamos justos de tiempo para llegar al destino deseado: La Rejía. Así que Antonio empezó a apretar el paso, y a llevarme a mi con la lengua fuera…..

 

En este tramo, el camino es una estrecha vereda con un acusado ascenso que nos hará ganar casi 200 metro de altitud en aproximadamente 1 km. El suelo vuelve a ser de roca peridotita, pero por suerte, nos encontramos rodeados de pino negral y alcornoque que nos dan sombra y alivian la subida.

A medida que ascendemos vamos viendo la cascada que forma el Charco de la Virgen (en el que acabamos de estar) pero esta vez desde arriba, lo que nos ofrece un punto de vista interesante, dejándonos ver varias pozas que recorre el agua antes de precipitarse al Charco.

Seguimos subiendo, con las pausas necesarias para tomar aire y observar los numerosos barrancos e impresionantes tajos de la Sierra Parda, en la que nos encontramos.

Hasta que a lo lejos, justo enfrente nuestra, empezamos a ver la zona más alta de la Cascada de la Rejía. Ahora andamos en dirección a ella, y parece que vamos a alcanzarla en breve, pero el sendero que transitamos da un giro a la izquierda y nos hace ir volviendo hacia atrás, continuando la subida, pero en sentido contrario a donde hemos ya visto por primera vez La Rejía. Extrañados, paramos a mirar el track de la ruta, pero parece que sí, que vamos por el camino correcto.


Tras  unos 800 metros de ascenso nuestra estrecha senda desemboca al fin en  una pista forestal, amplia y de tierra, que ahora si nos dirige de nuevo hacia el Barranco de la Rejía.


 Ahora caminamos suavemente rodeados de lavanda, aulaga, hinojo, jara, y unos enormes alcornoques que acompañan nuestros pasos durante 500 metros más. Y por fin, nos encontramos en el Mirador de la Rejía, desde donde conseguimos ver el Barranco y la cascada que forma el río de Los Caballos para salvar el desnivel.

La Cascada de la Rejía es la de mayor altura de la provincia de Málaga con sus 51 metros de caída. Este salto de agua es un tanto excepcional, ya que no cae de forma totalmente vertical, sino que tiene forma de S, puesto que en su caída tiene que serpentear para poder esquivar las duras rocas que forman las paredes del barranco.

              Justo son las 19.00h. cuando hemos llegado a este mirador natural, que nos permite no sólo contemplar por completo el Salto de agua, sino también observar el espectacular valle que forma el río de Los Caballos atravesando la Sierra Parda en su camino hacía Tolox. Así que no nos queda más, que desandar el camino para volver de nuevo al Balneario de Fuente Amarga donde comenzamos hace unas horas nuestros pasos.


             Finalizando nuestra ruta, ya cuando llegábamos al Balneario nos encontramos a dos señoras paseando, una de ellas vecina del pueblo, con las que estuvimos charlando un rato. Esta vecina, que es una enamorada de su pueblo, nos recomendó una nueva ruta que surge desde pleno centro del pueblo y se encamina hacia la Ermita de la Virgen de las Nieves...y nos ha parecido tan interesante mientras nos la contaba que hemos decidido que tenemos que volver a Tolox para hacerla!


Datos técnicos de la ruta:

Distancia de ruta: 7 km aprox.

Tiempo empleado:  3 h. aprox

Provincia: Málaga. Tolox

Coordenadas del inicio de ruta: Parking e Inicio Ruta Balneario de Tolox

Track de la ruta: Ruta en Wikiloc

Ruta en 3D:  3D Ruta by Ayvri

Perfil de la ruta:



MIDE e IBPindex:



 

                                                                                                                      Realizada el 29.04.2021

IMPORTANTE:


Toda la información que facilitamos, incluido el MIDE, es una apreciación personal y subjetiva para el día y las condiciones particulares en las que realizamos la ruta.
Estas pueden variar mucho dependiendo de la época del año y la meteorología.
No somos montañeros ni tenemos experiencia profesional.


La información por tanto que facilitamos no debe tomarse nunca como una información plenamente fiable, aconsejando siempre sean consultados planos, y documentación especializada si se decide realizar la ruta. Teniendo presente que la realización de la ruta es bajo el criterio y responsabilidad de quien la realice.

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